En esta muestra de publicidades destaco el dialogo de la grafica con el contexto urbano, creando así un solo espacio publicitario que es la ciudad, es decir, nos introduce de lleno en la imagen haciéndonos participar en esta y rompiendo los limites que presenta una imagen bidimensional. La cuestión esta en ver lo que nadie vé y en donde nadie lo vé, como están los que se quejan porque un poste tapa la imagen, están lo que se aprovechan de eso y lo convierte en un recurso que no solo ayuda a construir un idea si no que los distingue de sus competidores. En el caso de la publicidad de la escuela de karate, no hay más nada que decir porque el golpe y la fuerza que este presenta se encarga de llenar las expectativas de cualquier niño, como dije antes publicidades como estas nos ayudan a sumergirnos en la imagen y hacen de un recorrido urbano, a veces un poco austero, un viaje por el mundo de la imaginación, sin limites ni restricciones para aquellos que todavia sueñan.
